A pesar del título, a
pesar de que se me pueda criticar por utilizar como símil "el
hambre", a pesar de que sea difícil hacerme entender, este texto no
pretende hablar del sufrimiento de las familias en este país o en el mundo, por
el hecho de no tener un bocado que llevarse al estomago.
No persigo ni por asomo
el beneplácito de lectores y lectoras, ni busco despertar conciencias sobre el
elevado volumen de famélicas tripas que nos rodean.
Tampoco quiero
convertirme en adalid contra la hambruna y las muertes que provoca directa o
indirectamente.
Mucho menos, puede ser
mi pretensión, plasmar en estas líneas las estadísticas que desconozco o las
cifras que no están en mi poder.
Puede que yo sea un
completo desconocido para ti, que por ende desconozcas sobre lo que hablaré,
mas espero que al acabar esta lectura entiendas y compartas mi opinión.
Abramos por un instante
nuestra mente, dejemos paso a la imaginación, y con esa amplitud ante nuestros
ojos, abramos los mismos y contemplemos lo que mis palabras quieren transmitir.
Tienes ante ti un mundo
en el que con mucha suerte, se te permite comer alguna mísera ración de
aquellos alimentos que, quienes mandan, consideran que debes consumir.
Diseñan las raciones
periódicas y preparadas que te llenen y sacien a las horas establecidas. No
demasiadas horas entre un cazo y el siguiente, en definitiva un control sobre
tu exigencia alimentaria.
Cada día, eligen lo que
vas a comer. Carne, pescado, verdura, fruta, lácteos y un largo etc...pero en
definitiva lo quieren que sepas que existe y en consecuencia consumas.
Si
entiendes mi reflexión, lo expuesto hasta ahora es la realidad social impuesta.
Ahora démosle vía libre a los deseos.
Levantarte
un día y tener ante ti lo que existe, TODO, cada una de las opciones
imaginables y que te pueda apetecer.
Piensa en el menú
infinito que de tu puño y letra puede surgir, que eres quien lo escribe, quien
lo crea.
Un menú consciente, una
variedad sazonada con tu estilo, una conjugación de sabores, miles de
influencias que compondrán tus platos sin prohibiciones. Si te lo imaginas lo
puedes crear!
Y vayamos mas allá!!!
Un
menú consciente pero compartido, consensuado para todos los gustos. Sazonado
por el carnívoro y la omnívora, por el vegetariano y la vegana. Conjugado por
el que prefiere la cuchara y el que se pirra por el tenedor pero sin olvidar al
quien prefiere los pinchos o los postres.
Menús con las
influencias de los tipos y formas culturales que enriquezcan las esencias que
terminaran llegando al paladar.
Deseos
que hay que incentivar, que crear y potenciar ante las imposiciones ya
digeridas y asimiladas.
Nada que elegir? Nada
que innovar? Nada que enriquecer al compartir? Ni un plato que cambiar o descubrir?
Me
niego a conformarme con una sola opción durante años, no poder elegir nada del
menú, es muy aburrido para mi insaciable paladar.
Quiero seleccionar a las
personas que cocinen y las que sirvan los platos, a quien sazone y prepare el
menú, las personas que faciliten la participación a la hora de crear ese
perfecto restaurante en el que cada uno y cada una pueda elegir lo que comamos
cada día enriqueciendo así la variedad del gusto.
Basta de controlar
nuestro hambre, POLÍTICO.
CHARLY
mu bueno ( o muy rico , no se que decir) , me ha encantado la analogía culinaria. Yo siempre he pensado que los guisos salen mas deliciosos con más ingredientes
ResponderEliminarY me ha entrado mucha gusa leyendo esto , a ver si le hincamos el diente a la realidad de una vez ...
nutritivos saludos
En realidad buscaba generar un poco de debate en torno a la idea de la confluencia, la participación ciudadana más allá de la institucional, de las personas más allá de la organizaciones, la suma de la ciudadanía y no de las siglas profesionalizadas....
ResponderEliminarEspero, no obstante que abra el apetito a todo el mundo, pero el apetito por ser parte activa de su municipio, que se empiecen a interesar por saber que hay de comer porque lo hayamos decidido entre todas las personas.
Buen provecho.
El problema es que muchas veces hay ingredientes que te rompen la mezcla... O porque su sabor es muy fuerte y se impone en el paladar sobre el resto de sabores e ingredientes, lo que impide saborear la riqueza de la mezcla.
ResponderEliminarTambién puede pasar que los ingredientes estén caducados...
Hay que cuidar y saber qué se puede y qué no se puede mezclar, las cantidades de un determinado ingrediente...
Pero si tienes tiempo, se puede hacer un buen guiso...