Al grito de "no nos representa" y "alcalde dimisión" terminó el entierro de la sardina escenificando el hartazgo al que ha llegado el pueblo de Getafe tras un pregón caracterizado por la crítica radical a los recortes que estamos sufriendo.
Ayer, en el entierro de
la sardina los pregones de las murgas, destacando el de Miembrona, no hicieron
sino mostrar la realidad social y política que sufre nuestro país y nuestro
pueblo. Los ganadores del premio al Morro Carnavalesco 2013, Miembroma, quienes
escenificaron la dictadura de los recortes, no solo en los servicios sino también
en los derechos se mostraron contundentes en su pregón: “hay gente (…) que no quiere que hablemos y sospechamos que en estos
momentos estarán sonriendo impasibles escondiendo sobres o enviando a sus
perros para reprimirnos”. Sin embargo, ellas hablaron, y señalaron e
hicieron visible aquello que el poder trata de esconder y es que “algo va muy mal” y se escenifica en “intolerancia y represión, corrupción,
mentiras, manipulación, privatización y recortes, desahucios…” recordando
al mismo tiempo que esto se apoya en “el
conformismo y sumisión” de la sociedad.
La pregunta se hace
evidente, ¿cómo hemos dejado que nos estén empujando al precipicio? ¿Cómo lo
hemos permitido? ¿Por qué? “Porque
teníamos miedo y queríamos tranquilidad. La tranquilidad que da el delegar la
responsabilidad de nuestras decisiones a la clase política (…) y el pensar en
mí y en los míos y no en el nosotros.” “La silenciosa y obediente sumusión”
a la que nos entregamos como pueblo, terminó con nuestra capacidad de
organización.
Sin embargo, para la
murga, ha llegado la época de la esperanza, de la rebeldía. Ha llegado la hora
de “romper ese silencio. Hoy, queremos
quemar esas tijeras que representan esas políticas de recortes no sólo
económicos, sino también de derechos. Y las queremos quemar como símbolo de la
creación de ese mundo nuevo que nos merecemos.” Porque creemos que, “el poder que han usurpado al pueblo,
volverá al pueblo”.
Siguiendo la línea marcada
por Miembrona, los allí asistentes, entre los que se encontraban la murga del Hospital
de Getafe, empezaron a gritar a favor de la sanidad pública. Ante este hecho,
el alcalde mandó a la Policía Municipal, desalojar de allí a los sanitarios.
Sin embargo, muy a pesar
del alcalde, Miembroma y los sanitarios no eran las únicas personas indignadas.
Cuando el jefe del consistorio se subió a la tarima, los abucheos y silbidos hicieron
inaudible su discurso. Al grito de “alcalde dimisión”, “corrupto”, “queremos
trabajar”, las vecinas mostraron el fin de su paciencia.
El acto terminó con el
alcalde enfrentándose con las vecinas y las vecinas coreando el ya clásico, e
indignado, “que no nos representan”.
buenísimo!
ResponderEliminarMuchas gracias por esta síntesis tan buena. Sólo añadir que el sepelio que dio Miembroma era una adaptación de dos grandes discursos: el que se realiza en la película "V de Vendeta" y el de "El Gran Dictador"
ResponderEliminarFdo. Una "miembra" de Miembroma