Reflexiones sobre Ganemos Getafe (I): Foucault en Getafe

Reflexiones sobre Ganemos Getafe (I): Foucault en Getafe

Ganemos Getafe ha tocado a su fin. Por lo menos como lo estábamos intentando construir hasta ahora. Sin embargo, hay una consecuencia aún peor: hemos salido más divididos de lo que llegamos a este espacio de confluencia, por lo menos una parte de los que participamos del proceso. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?

 Hagamos un poco de retrospectiva. En la actualidad nos encontramos en un momento de crisis, no sólo económica, sino también una crisis social y política derivada de la primera. La crisis política es causada, entre otros factores, por los partidos políticos y, al mismo tiempo, por la incapacidad del sistema político de partidos de dar una solución satisfactoria y regeneradora a la crisis. El sistema político se encuentra bloqueado en el barro y no hay manera de hacerlo avanzar, no hay respuestas. Es curioso que esta crisis política esté afectando también a los partidos políticos del centro-izquierda tradicional, es decir, PSOE e IU. Que estos no hayan sido capaces de aglutinar un apoyo ciudadano es el fiel reflejo del agotamiento de sus proyectos ideológicos y de sus anacrónicas estructuras de organización internas. La sociedad no ha sabido ver en ellos, un instrumento para solucionar la crisis y salir de ella, sino más bien, como un estorbo del que deshacerse. Por este motivo ha emergido Podemos, como algo teóricamente nuevo y fresco, con una organización que pretende ser un movimiento de masas más que un partido político, donde la ciudadanía, al menos teóricamente, es la protagonista y con un discurso que ha sabido recoger el sentir y las demandas de una parte importante de la población.

Ganemos Getafe surgió, en el anterior contexto, como un espacio de confluencia que se convertiría en un movimiento ciudadano donde la gente fuera la protagonista para poder decidir y participar de un proceso de transformación social y política, en el cual, las personas estuvieran por encima de los intereses del capital. Un movimiento ciudadano donde no existieran siglas y fueran las personas, en calidad de personas, las participes del proceso, donde fuéramos miles los que tomáramos las decisiones que nos afectaban como vecinas de Getafe. Ganemos Getafe debería haber sido, y hablo ya en pasado, un proceso de regeneración democrática donde empezáramos a experimentar nuevas formas de hacer política, que aún están por definir, que dejaran de poner el foco en el Estado como fuente de poder. Como en todo periodo de crisis, lo viejo no termina de marcharse y lo nuevo no termina de nacer e imponerse, así ha pasado a lo largo de la historia. Sin embargo, en este caso, no hemos sido capaces de impulsar y potenciar lo nuevo, anclándonos en lo viejo y estructurado. En este aspecto hemos tenido culpa todas las personas y organizaciones políticas que han participado del proceso ya que no hemos sabido desprendernos de la política (en minúsculas), entendiendo esta como la ejercida por un grupo pequeño de militantes y activistas, reproduciendo la política de vanguardia de una élite dirigiendo al pueblo. No hemos sabido convertir la política en POLÍTICA, abierta a todas las personas, no hemos sabido construir y defender espacios de socialización de los valores y prácticas anticapitalistas. Nos hemos centrado en organizarnos como hasta ahora, en intentar construir una organización política centrada en tomar el poder, ajustando y proyectando nuestro proyecto a una toma del Estado que no significa construir poder social que es lo que transforma, realmente, la sociedad. El poder no se toma, el poder es una forma de relación social que se ejerce y que vacía de poder real al Estado si, como sociedad, nos centramos en transformar las relaciones sociales por las cuales nos organizamos y estructuramos.

En mi opinión, en Ganemos Getafe se ha terminado imponiendo la izquierda institucional que, embarcada en su crisis interna no ha sido consciente de sus errores, ni de su error de análisis del contexto actual, ni de su incapacidad para generar alternativas, ni ha sabido hacer frente al ataque feroz al que ha sido sometida por la derecha. En este proceso de confluencia, creo que los militantes de los partidos de la izquierda institucional junto a los dinosaurios de la vieja guardia caciquil local, no han sabido ver que el 15M representaba no solo una crisis del sistema político, sino que mostraba el hundimiento de la izquierda institucional tal y como ha estado formada hasta este momento. Desde la emergencia de la POLÍTICA en las plazas, la izquierda institucional se ha caracterizado, incluso una parte de la militancia más joven y fresca, por su estrechez de miras, el menosprecio fruto de la arrogancia, y la falta de análisis de lo que significó y significa el 15M. ¿Acaso no es sintomático que, mientras las calles y plazas toman la palabra y se auto-organizan, la derecha mantenga intacto su poder político? ¿No era sintomático que mientras las Mareas o la PAH llenaban las calles y construían uno de los mayores movimientos de desobediencia civil de la historia de este país, la izquierda tradicional no haya sido capaz de capitalizar ese descontento? Eso solo significa una cosa, la CRISIS sin precedentes en la que está embarcada la izquierda institucional, que la irrupción de Podemos ha puesto de manifiesto.

 Al mismo tiempo, los que venimos de las calles no hemos sido capaces de dar un giro al proceso en Ganemos Getafe. Quizás por el reducido número de los que éramos frente a la obediente militancia de partido, nuestros errores personales y la reproducción de viejas prácticas, no hemos conseguido refrescar una política viciada y rancia.

Foucault decía allá por los años 70, tras el intento de un frente popular para las elecciones francesas de 1978, que mayo del 68 no había conseguido que, tanto “en el pensamiento como en el análisis político, se haya guillotinado al rey”. Sustituyendo al rey por el Estado o la ley, nos dice que, a pesar de la tan necesaria unión de la izquierda, se necesita hacer POLÍTICA para transformar la realidad. Sin embargo, el que la izquierda, o en el caso de Getafe, una parte de la izquierda no haya sabido guillotinar al rey, nos muestra, como diría Foucault, que estamos reproduciendo una forma de entender el poder que no transforma la sociedad, sino que cambian aquellos que dirigen la sala de mandos, situada en la cúspide de la sociedad.


Si queremos transformar Getafe debemos “guillotinar al rey”. Por un lado, en Getafe, significa desterrar las redes clientelares y caciquiles que, durante décadas, han construido PSOE e IU para mantenerse en el poder institucional y que han arrasado con la participación política y con el tejido asociativo y vecinal, en el cual una parte de las asociaciones servían a los intereses corporativos de tanto de PSOE como de IU. No es posible un proceso de regeneración democrática en el cual participen las organizaciones políticas que, adueñándose de la palabra izquierda, han convertido Getafe en un cortijo en que hacer y deshacer de acuerdo a sus intereses corporativos. Por otro lado, “guillotinar al rey”,  significa entender que el poder no es un objeto que se encuentra en un lugar privilegiado que hay que conquistar o asaltar. El poder es una relación de fuerzas, por lo tanto, debemos dejar de lado la visión Estado-céntrica del poder, y empezar a trabajar por construir y extender un poder social que revierta el orden establecido. Construir poder social es construir espacios autónomos donde no se reproduzcan las prácticas jerárquicas capitalistas, sino aquellas basadas en la horizontalidad y la igualdad. Por el contrario, tomar el Estado implica, por definición, apostar por la desigualdad y la jerarquización de las relaciones sociales. 

Israel García, ex-participante en Ganemos Getafe

Referencias



Domenech Sampere, X. “Hegemonías: Crisis, movimientos de resistencia y procesos políticos (2010-2013). Ediciones Akal, 2014

4 comentarios:

  1. Buen análisis Israel. Estando deacuerdo en gran parte de lo que comentas, tan sólo unos matices.
    La crisis no es sólo política, no es sólo social, no es sólo ecológica, no es sólo económica,... esto son sólo los síntomas de la enfermedad real, y esta es que es una crisis de sistema. El sistema productivista envuelto en el abrigo del capitalismo, no da para más, está herido de muerte, este es el origen real de esta crisis y de las futuras crisis mientras no cambiemos de sistema.
    Los partidos políticos que buscan el poder por el poder, y desde él ejercer el poder en beneficio de sus amos (bancos, constructoras, etc...) o en el mejor de los casos en beneficio de los ciudadanos, ya no son solución al problema. Lo que hacen es apuntalar el sistema ya enfermo terminal, y como mucho consiguen poner algún parche, que amortiguan temporalmente un síntoma que luego retornará con más virulencia si cabe al no haber solucionado realmente.
    La solución, la única solución justa y sostenible social, ecológica y políticamente, es que la ciudadanía retome las riendas de sus vidas, siendo ellos desde la democracia radical, respetando los límites del planeta y la defensa radical de los derechos humanos, los que construyan una nueva sociedad, sin tutelas asistencialistas y/o manipuladoras de partidos políticos sólo construidos para conseguir poder.
    Esto que digo no es nada nuevo, ya que los movimientos libertarios de antes del mayo del 68 ya lo apuntaban, incluso políticas como Petra Kelly ya luchaban por ello, y trabajaba así, destruyendo el sistema desde las instituciones para revertir el poder hacia la ciudadanía, por ello peleando contra miembros de su partido que querían un poder clásico y clasista, y con otro partidos de izquierda y derecha. Y por todo ello la asesinaron metiéndole una bala en la cabeza, porque estaba construyendo un espacio para que la ciudadanía (en este caso alemana) construyeran un nuevo sistema más democrático, ecológico y justo.
    Por ello Ganemos Getafe en cuanto se impuso la doctrina partidista de jerarquía cuasimilitar dejó de ser herramienta de cambio. Y la nueva política, y nuevos partidos: Podemos, Alternativas desde Abajo, EQUO,... si quieren ser catalizadores del cambio de sistema desde la ciudadanía deben ser partidos anti-partidos, que decía Petra Kelly, que generen espacios para que la ciudadanía construyan la nueva sociedad postproductivista, postcapitalista, (produciendo solo lo necesario y poniendo a las personas por encima de los mercados) radicalmente democrática y sostenible ecológicamente, superando así los modelos antiguos que van contra la felicidad de las personas, sino son así estos nuevos partidos serán parte del problema, sólo pondrán parches y no soluciones.

    Fdo. Fidel Insúa, ciudadanx lgtb y ecologista de Getafe

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  2. ¡Que tal chicxs!. Como decían Siniestro Total : "Ante todo mucha calma", eso si, se ponían hasta el bulla. Gracias al análisis de Isra tenemos identificado al "Rey" culpable: IU. Algo dice del PSOE, pero es un atrezo recurrente teniendo en cuenta que no participó en las deliberaciones de Ganemos. Por lo tanto se trata de cortarle la cabeza e iniciar el proceso de debates. Una vez cortada la cabeza.. ¿Qué se hace con los militantes y simpatizantes? (Que participaron en numero de 800 o más en unas primarias ejemplares).. ¡Podrían estar contaminadxs por la realeza!.. ¡Bah.. se les corta la cabeza también!.. ¿Y ahora? Quizá algún visir quiere ser Califa en lugar de Rey?.. ¿Equo? ¿AdA? y no pierdan de vista a lxs troskistas que como hacen entrismo igual surgen disfrazados de anarquistas. Pero como dice el rap de Asek 26&Griotte&Ryske: " ¡Guillotina..guillotina..guillotina! a todo lo que se mueve en vertikal. La impresión que saqué en la primera asamblea a la que asistí es que el guión estaba escrito de antemano, que el culpable (¿de que?) era IU y que el supuesto "momento histórico" en el que estamos les importa un carajo a muchxs.
    ¡Que se le va hacer!, en Grecia esperan mucho de nuestra inteligencia, confían en no ir solos a la confrontación.. pero a este paso..

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  3. Alfredo Robles es "anónimo" porque no soy capaz de verificar el Open ID ese. Mi contacto es reflejosblog.wordpress.com y el correo: castulum9@hotmail.com. Salud.

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  4. Ya tenemos la resolución judicial sobre el caso Alfon: 4 años de cárcel a los que se suman 1 año y medio mas de un juicio anterior. Como éste, hay decenas de juicios pendientes y los que vendrán en el futuro con lo que se demuestra que la función del actual sistema judicial es la de preservar los intereses de la clase dominante. Si, ya sé que esto es un clásico pero debería hacernos reflexionar sobre las estrategias organizativas que usamos los trabajadores. Cuando acusamos de "anacrónico" el modelo de partido en el que convive la absoluta desconfianza al Estado Burgués con la preparación de su superación. Hoy, mucha gente cree en lo irreversible del modelo democrático burgués y se lanza a cuerpo abierto y de manera "horizontal" a criticar y aportar otros modelos de autogestión sin haber hecho antes el trabajo previo: Acabar con el capitalismo. Se entra así en una confusión teórica con discusiones absurdas que llevan al derrotismo y la frustración. Porque en último término se trata de tener la sangre fría de dar el golpe final y eso solo se consigue con una organización disciplinada que esté dispuesta a todo y que funcione como un reloj. Cada vez nos alejamos más de estos conceptos y sin embargo el capital tiene un Estado bien engrasado y armado hasta los dientes, que obedece (como en el caso de Alfon) sabiendo lo que se juega. La inconsciencia no exime de las consecuencias, la "horizontalidad" facilita topos y provocadores, oportunistas y demagogos que revientan las organizaciones obreras y sus acciones y cualquiera que lea la historia del movimiento obrero, comprobará que las acciones mas audaces se implementaron a partir del estudio, la confianza comprobable y la disciplina. ¿Qué hoy esto está mal visto?... bueno, en el próximo futuro será una necesidad. Salud.

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